entrar y salir



Ayer fue la función del HombreReloj.
Hice Madre Bulto, quizá el personaje que hace algunos años me convirtió en actriz. 
La de anoche fue una función maravillosa. El elenco que me acompaña n puede ser mejor y la obra es profundamente exquisita al igual que el montaje.
Ayer fue fabuloso también porque entré en un lugar de la actuación en el que nunca había entrado en una obra con más personajes.  Es decir, haciendo mi monólogo, si he podido alcanzar el estadio del que ahorita mismo les hablaré, pero nunca lo había conseguido compartiendo el escenario con otros actores.
Les hablo de poder sentir durante toda la obra, los sentimientos y emociones de mi personaje. Poder hacer emocionalmente sus saltos emocionales. Llorar, reir, sentirse frustrada, ser una rata. Todo sin dejar que se cuelen mis emociones y sentimientos. Qué es lo maravilloso de eso? poder sentir emociones jamás vividas. Poder dar al espectador lo que es la obra de manera completa, sin que mi ego se cuele. Sin que mis necesidades se cuelen.
Muchos métodos de actuación apuntan a utilizar mis propias emociones para que el personaje que estoy haciendo se muestre lloroso o feliz. 
Esto es convertirse literalmente en la otra persona. Una posibilidad única de licuar mi sistema emocional. Poder dar nuevas experiencias y conseguir esa alquimia maravillosa que tanto buscó Artaud y tan bien consiguió Lorenzo Mijares gracias a la obra de Juan Trigos.

Gracias!

1 comentario:

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