Quebracho de Villa Allende
Duele el árbol arrancado.
La pobreza de los viejos.
La vida jodida y difícil de los jóvenes.
Duele que se destruyan partes enteras para regalarle plata a las ratas que viven en el altillo.
Duele esa incertidumbre de no saber hasta cuándo.
El silencio gordo. La omisión costumbrista.
Duele el hambre .
La panza.
Escribo por decir. Por decir que no es sólo un árbol.
La metáfora más perfecta del mecanismo más repugnante.
Gracias por leer hasta acá.