dejarse pasar por encima. Migajas de un estreno fabuloso

Estrenamos Muro de Distancia. Fue un éxito. Tres funciones a reventar en el Teatro Real y una temporada fabulosa en Casa Grote está empezando.
Notas de periódico, entrevistas radiales y televisivas. Criticas de todo tipo. Público que se fue y publico que agradeció.
Pero esa no es la verdadera crónica de esta obra. No sería una obra de Hemoficción si no hubiese dejado el rastro que deja la babosa cuando camina lentamente por las paredes del jardín.

Las obras de Hemoficción calan adentro. Ahí mismo en donde no querés revisar nada.
Y asi ha sido en esta ocasión. El estreno de la obra ha dejado una cierta incomodidad que no superamos los que participamos en ella. También ha creado lazos fuertes y comprometidos. Ausencias absurdas y vacíos tremendos.

La obra penetra sin pedir permisos. Autorizada con la fuerza de la dramaturgia, circula las venas de los organismos mediocres y nos florece en grandes hitos de humanidad. Esos enojos, esas ausencias, esas corridas de plano, son sólo la manifestación de lo que pasa por dentro. Lo que corroe y si bien lastima y es incómodo, es, posiblemente, la única posibilidad de transitar estados increíbles y planteos sorprendentes.

En lo personal, la obra me pasó por encima. Dejó rastros indelebles y marcó un antes y un después en mi vida íntima.
Agradezco estas manifestaciones del poder que tiene el arte para firmar con sangre y aire los capítulos de la vida.
Agradezco que me sobrepasen los volcanes y que esta noche, tengamos función