Fue fabuloso ser el Ser Mecánico.
En una semana tuve que prepararlo.
Estaba infinitamente nerviosa, sobretodo las primeras dos escenas. Después comencé a sentirme cómoda y a disfrutar de la obra.
Hacer una personaje tan especial como El Ser Mecánico, tan enorme, me hizo sentirme como el primer día. Recordé la primera función de mi vida. O mejor dicho, fui la misma del primer día.
Eso me hizo darme cuenta de todo lo que falta. De todo lo que queda. Supongo que hasta el ultimo día de mi existencia.
Las primeras escenas se pasaron como agua. Los nervios hicieron que todo corriera rápido y vertiginoso. Puedo decir, que sólo recuerdo los nervios y los movimientos nerviosos!!! jajajajaja!!
Después llegaron otras emociones que permiten recordar más cosas: la fabulosa actuación de mi compañera Ilaria De Leito. Una fabulosa Madre Bulto que me hizo tentarme en el escenario y emocionarme con su actuación.
La sensación de sentir tristeza, el vacío que dejó Catalina en la vida de esos seres muertos. Sentí el dolor, el odio, el desprecio. Sentí la infamia. La mentira. Poder ser el Ser Mecánico fue uno de los mejores enjuagues que hice a mi alma. Estaré eternamente agradecida a Lorenzo Mijares por el fantástico regalo que me dio esta noche tan especial porque además, terminaba una fabulosa etapa en Barcelona.
Sobretodo, lo que más recuerdo, o mejor dicho, lo que más me emociona de esa última función es la sensación de vacío que sentí al decir: la niña fue enterrada en el panteón de Dolores. Sentir ese vació, me llenó de emociones. Qué cosa más fabulosa el teatro, verdad?
También me gustó mucho decir "prefiero mil noches de bodas con mil diversas mujeres". Cuánta ingenuidad esconde esa frase. Cuánta tristeza provoca en quien la escucha de primera mano.
Fui hombre.
Hace años supe que lo que más me importaba era ser persona. Lo de mujer u hombre, no es algo tan importante para mi. Hoy, gracias al Ser Mecánico lo he conseguido: Soy persona.
Gracias Ser Mecánico. Gracias Lorenzo Mijares. Gracias Juan Trigos!
Gracias Teatro!!!!!!
En una semana tuve que prepararlo.
Estaba infinitamente nerviosa, sobretodo las primeras dos escenas. Después comencé a sentirme cómoda y a disfrutar de la obra.Hacer una personaje tan especial como El Ser Mecánico, tan enorme, me hizo sentirme como el primer día. Recordé la primera función de mi vida. O mejor dicho, fui la misma del primer día.
Eso me hizo darme cuenta de todo lo que falta. De todo lo que queda. Supongo que hasta el ultimo día de mi existencia.
Las primeras escenas se pasaron como agua. Los nervios hicieron que todo corriera rápido y vertiginoso. Puedo decir, que sólo recuerdo los nervios y los movimientos nerviosos!!! jajajajaja!!
La sensación de sentir tristeza, el vacío que dejó Catalina en la vida de esos seres muertos. Sentí el dolor, el odio, el desprecio. Sentí la infamia. La mentira. Poder ser el Ser Mecánico fue uno de los mejores enjuagues que hice a mi alma. Estaré eternamente agradecida a Lorenzo Mijares por el fantástico regalo que me dio esta noche tan especial porque además, terminaba una fabulosa etapa en Barcelona.
Sobretodo, lo que más recuerdo, o mejor dicho, lo que más me emociona de esa última función es la sensación de vacío que sentí al decir: la niña fue enterrada en el panteón de Dolores. Sentir ese vació, me llenó de emociones. Qué cosa más fabulosa el teatro, verdad?
También me gustó mucho decir "prefiero mil noches de bodas con mil diversas mujeres". Cuánta ingenuidad esconde esa frase. Cuánta tristeza provoca en quien la escucha de primera mano.
Fui hombre.
Hace años supe que lo que más me importaba era ser persona. Lo de mujer u hombre, no es algo tan importante para mi. Hoy, gracias al Ser Mecánico lo he conseguido: Soy persona.
Gracias Ser Mecánico. Gracias Lorenzo Mijares. Gracias Juan Trigos!
Gracias Teatro!!!!!!
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